miércoles, 21 de diciembre de 2011

Haciendo peritajes...

Un tipo demanda N veces a una constructora por daños en su vivienda. El tipo alega mala construcción. La constructora decide contratarnos para que hagamos un informe de parte. Obviamente, tenemos que acceder a la vivienda del demandante para comprobar los supuestos daños. Al tipo no le hace ninguna gracia que entremos en su casa, pero le obliga el juez, así que no le queda más remedio. Qué situación más divertida. (Aclaro: la conversación es literal)

DING DONG!!!

-¿Sí? ¿Qué desean? (El tipo es raro, raro. Vaya pinta) (El porche de entrada está cubierto de papeles de periódico. ¿Para qué serán?)

-Buenos días, soy JefeGoe, arquitecto y perito judicial. Veníamos a....

-Ya,ya..¡llegan tardísimo! No sé si dejarles entrar...

-La cita era a en punto. Son menos cinco.

-Según mi reloj, que sincronizo cada día con el de la puerta del sol, son y cinco.

-(....) ¿Nos va a dejar pasar?

-¿Quién es ella? (Me mira fijamente. Me da mucho miedo). ¿También es arquitecta?

-Sí, también es arquitecta. Es una colaboradora del estudio. (Traducción: es una asalariada pringada)

(El hombre me vuelve a taladrar con la mirada)

-¿Seguro que es arquitecta?


-Sí.

-¡El juez no me ha dicho que tenga que dejarla pasar!

-(...)

-Bueno, para que vean mi buena voluntad (Ja! ¡este tío es un cachondo!) les voy a dejar entrar. A los dos. (Me mira con manifiesta repugnancia)

-Tomen. Pónganse esto en los pies.

(¿Pero qué...? ¿¿¿!!!??? ¡Son patucos de papel! ¡PATUCOS DE PAPEL! ¡De esos que se ponen los cirujanos para operar!) Ante nuestra cara de estupor, el tipo aclara:

-Son cubrepies.

(No considera necesario añadir nada más. Todo el mundo sabe que los arquitectos llevamos miles de gérmenes en los pies. Somos muy, muy peligrosos. Una plaga mortal,vamos)

Yo miro a mi jefe. ¿Denigrar a un perito es legal o es desacato? ¡Debería serlo!
Mi jefe hace un gesto de resignación y levanta un pie para meterse el patuco.
El hombre empieza a gritar como un loco.

-¡No! ¡no! ¡No vuelva a apoyar el pie con el cubrepie puesto en los papeles de periódico! ¡Lo va a contaminar! ¡Pise dentro de la casa por dios!

Mi jefe con el pie en alto empieza a tambalearse. Preveo una gran catástrofe. Al final consigue apoyar el pie dentro del vestíbulo. Nos hemos salvado por los pelos. Yo me pongo los patucos bajo la atenta vigilancia del loco. Parece satisfecho con mi actuación, y no me extraña: mi experiencia poniéndome patucos de papel es legendaria.

Entramos en la casa y el hombre me mira con suspicacia y le pregunta a mi jefe:

-¿Seguro que ella es arquitecta? (¡¡¡CRETINO!!!)

Estas visitas son las que dan vidilla a la profesión. Siempre es gratificante comprobar la alta estima que nos tiene el populacho, y el profundo respeto que muestran por nosotros. No, no nos lo agradezcan. Es nuestro trabajo. Somos así.

8 comentarios:

Efe dijo...

Ese señor era un valiente, yo os habría cubierto en papel de plástico de cocina de pies a cabeza. Y luego os habría puesto calzoncillos de papel albal por fuera, para adecentaros un poco.

A saber la de gérmenes que meteríais en su santa casa.

Pobre.

PS: ¿Seguro que eres arquitecta?

Miss Hurry dijo...

Estas cosillas (cuando dejan de dar miedo) son la sal de la vida! Te quejarás... te ha dado hasta para un post (o dos, que tendrás algo más que contar, no???)

Anónimo dijo...

Vaya no sabía yo que los arquitectos eran tan contaminantes, vaya telita con el tío.

Centro Picasso Vilnius dijo...

Lo que hubiese sido genial es que te hubiese entrado un ataque de tos de esos de echar un pulmón... ahí, bien de gérmenes, con amor.

Goethita dijo...

Efe, ¡muy bien! Pero no te fies, antes de dejar entrar a un arquitecto a tu casa, fumígale a fondo con algún producto (preferentemente tóxico) haciendo especial hincapié en los ojos (grandes portadores de virus y bacterias malignos).

PS: ¿Seguro que eres sexi?

Miss, bueno, el resto de la visita fue bastante surrealista, pero no tanto como lo de los patucos (¿o es una norma básica de cortesía que yo desconocía?)

Apple, somos peligrosísimos. Y ahora más, la mitad no tienen trabajo ni nada que llevarse a la boca, así que no descartes que intenten pegarte un bocado.

Martes, jijiji ,sí,una idea excelente. La casa del tío (y su ropita) estaba llena de *mierda*, pero mierda sin gérmenes, no vayas a pensar mal. Nada comparado con nosotros.

Holden dijo...

¡Mola! ¿Qué más nos cuentas del tipo ese? Parecía un tipo simpático, más bien preocupado por tus pintas de cleptómana.

¿Así que arquitecta, eh? :P

Gallinica dijo...

¡Fue un piropo! No se cree que con tu adorable juventud puedas ser arquitecta, salvo que sea porque eres una superdotada y con lo que te miraba era con ojos de adoración, no de psicópata. Y lo de los patucos era para que vosotros no contaminéis el exterior con la porquería de su casa.
Que no sabemos escuchar entre silencios, ays....
P.D: ¡¡Feliz Navidad!!

Goethita dijo...

Holden, el hombre era todo un personaje... Luego nos obligó a devolverle los patucos, supongo que no quería que nos lleváramos pruebas...(¿¿??)

Arquitecta, así es. No os sorprende, ¿verdad? ¡Desprendo profesionalidad por cada poro!

Galli, sí, ¡aceptamos tu versión como correcta! Así fue.. ¡¡si es que eres más lista!! Feliz navidad... y año...y no cumpleaños... y día de la gallina...