Yo: (...) (lo mejor con mi jefe es darle cuerda y ya se ahorca él solo tranquilamente. Dos veces)
Jefe: ¡es malísimo!
Yo: ¿malísimo? (también funciona muy bien repetir lo último que haya dicho)
Jefe: MALÍSIMO.
Yo: (...)
Jefe: Sí, bueno, da igual porque de todas formas no íbamos a ganar ¡Los otros jugadores son buenísimos!
(Empiezo a sospechar por dónde va)
Yo: bueno. Lo importante es estar un rato juntos y pasarlo bien (Aquí Goethita en todo su esplendor, la corta e ingenua tonta del bote que no aprenderá jamás)
Jefe: en realidad antes que a él he llamado a todos los jugadores buenos que conozco. Han sido muchísimos. MUCHÍSIMOS. Pero no ha querido ninguno y no me ha quedado más remedio que llamar a éste
Yo: (...)
*mi cara*
(recuerdo a mi jefe al teléfono: "he pensado en ti" "me hace mucha ilusión jugar contigo...") (¡¡FALSO!!)
*mi cara*
(recuerdo a mi jefe al teléfono: "he pensado en ti" "me hace mucha ilusión jugar contigo...") (¡¡FALSO!!)
*mi cara*
Jefe: es que es malísimo ¿sabes? ¡¡MALÍSIMO!!
Y ÉSE ES EL ESPÍRITU DE LOS EMPRENDEDORES
2 comentarios:
No le conozco y ya le odio :)
Es tremendamente competitivo. Y su monstruito igual. Yo no jugaría con ellos ni a las chapas
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