jueves, 29 de agosto de 2013

¡Soy una chivata!

Hoy, sin venir a cuento, he recordado una cosa de la conversación que tuve con Eme A cuando quedé con él allá en la prehistoria...

Eme A: pues yo en tuiter tengo una lista con la gente que me interesa y sólo leo los tuits de la gente de la lista

Yo, prudentemente, no digo ni mú. Eme A se me queda mirando fijamente.

Eme A: tú no estás en la lista

Yo: ¿¡¿QUÉ?!? ¿Era necesario que dijeras eso? ¿ERA NECESARIO?

Eme A: ¡La culpa es tuya por preguntar!

Yo: ¡SI NO HE PREGUNTADO!

jijijiji ¡Vale, vale! puede que no fuera del todo así, pero LA ESENCIA es la misma. ¡Todo el mundo sabe que soy una experta capta esencias!


3 comentarios:

Microalgo dijo...

La sinceridad es estupenda. Sí.

Efe dijo...

Yo una vez corregí un examen según lo escrito y no según sus esencias y tuve una enorme discrepancia con la interfecta que lo había perpetrado.

Esto es exactamente igual, lo presiento.

Goethita dijo...

Micro, lo cierto es que cada vez me molestan más las medias verdades, la hipocresía y la mentira. Voy a ser la típica viejita que dice lo que se le pasa por la cabeza sin importarle una mierda las consecuencias. ¡Un AMOR!

Mi abuelita era así, aún recuerdo sus sabias palabras: "¡Madre mía! ¡Cómo has engordado!" o "Tú ya no vas a crecer más. ¡Pues te has quedado bien bajita!" y cosas así.

Efe, no me cabe la menor duda: la que tenía razón era ella y tú no supiste leer LA ESENCIA. No te preocupes ¡no todo el mundo puede!. Es algo complicado.

No llores, estoy segura de que tu TERRIBLE discapacidad puede ayudarte a optar a alguna pensión del estado. ¡Con doscientos eurillos puedes comprar mucho queso!