jueves, 4 de octubre de 2012

Aprendiendo del amor. Parte V

Hace muchos, muchos años, cuando aún era una joven estudiante (sexi) recibí una llamada telefónica....

Yo: ¿Sí?
Desconocido: Errr... hola, soy Gunter
Yo: (¿Gunter? ¿Quién narices es Gunter?) Ah, hola (Un poco seca, la verdad, a la expectativa...)
El tal Gunter: Sí, de la universidad

En la universidad había una mayoría aplastante de chicos. Mi grupo de coleguis (jo, qué moderna sigo siendo, ¡molo!) eran casi todos varones (que a mí me parecía muy correcto, la verdad) y además era un grupo ENORME. 

Hice memoria y recordé a un chico que salía con nosotros, pero que JAMÁS me había hablado. Ni tan siquiera creía haber tenido una conversación en grupo en la que él participara. Él estaba ahí, a lo lejos, en la sombra, pasando completamente desapercibido. 

Yo bastante asombrada: ahh, sí, sí, ¡Gunter, claro! (como si le conociera de toda la vida) ¿Eres amigo de Fulanito, verdad?

Gunter, mi nuevo más mejor amigo: sí. Quizás te sorprenda que te llame....

Qué va, qué va. Esta mañana estaba yo pensando: seguro que hoy me llama Gunter, ese chico al que creo que ni siquiera me han presentado formalmente.

Yo con mi amabilidad usual: un poco sí, ¿quién te ha dado mi teléfono? (jijjijii ahí, interrogando en plan nazi. ¡Soy toda amor!)

Gunter: Se lo he pedido a Menganito. Al principio no me lo quería dar, porque tenía miedo de que te enfadaras (¡Soy un ogro devora niños!) , pero al final lo convencí

Yo: pero... pero... ¿y quién le ha dado mi teléfono a Menganito? (¡Así soy yo! ¡Centrándome en lo importante de la llamada en cuestión!)

Gunter: No sé. Pero bueno, querrás saber por qué te llamaba (¿o no? ¿tía loca?)

Yo: sí,sí,claro. Dime (Nota mental: recordar decirle a Menganito que haga el favor de no dar mi teléfono por ahí)

A Gunter empieza a temblarle la voz. Mogollón.

Gunter: sí, bueno... es que yo....

Se nota que está histérico. Y pasándolo fatal. Tras muchos titubeos se lanza en plancha y dice del tirón...

Gunter a punto de darle un infarto : es que me he enterado de que te cambias de carrera y como casi no nos conocemos he pensado que podíamos quedar para conocernos mejor (el pobre vuelve a respirar de nuevo)

Yo entro en pánico. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué me pasan a mí estas cosas? ¡Vaya marrón! ¿Y ahora que le digo yo al pobre?

Yo sudando: errrrr.... vale...sí...sí...claaaaaro... podemos quedar pero es que.... es que...
Yo mintiendo descaradamente: es que me voy de vacaciones justo mañana (qué casualidad) Pero no te preocupes, déjame tu teléfono y cuando vuelva ya si eso te llamo (o no).

Apunté el teléfono en un folio: Gunter 938***724. Y el maldito folio estuvo persiguiéndome TODO EL VERANO. Hiciera lo que hiciera, aparecía el dichoso folio (Gunter 938***724), mirándome (Gunter 938***724), acechando (Gunter 938***724), haciéndome sentir culpable (Gunter 938***724).

Cuando acabó el verano, pensé en llamar. Y me dije: "si llamo tendré que quedar con él. No voy a llamar para decirle que paso de quedar" "y si quedo con él, se hará ilusiones. Y en realidad a mí ese chico no me interesa nada" "Creo que lo mejor PARA ÉL (¡qué generosa soy! ¡siempre pensando en los demás! ¡Viva el autoengaño!) es que no lo llame" Y eso hice.

Lo sé, lo sé. Ahora pensaréis que soy una arpía sin corazón. Pero no es así: ¡la víctima soy yo! ¡Yo soy übertímida! ¡No me quedó más remedio! ¡Fue en defensa propia!






10 comentarios:

NIKITA dijo...

Pobre Gustavo... seguro que se pasó todo el verano deshojando una margarita pensando Goe me quiere, Goe no me quiere, Goe me quiere...

Le rompiste el corazón, pobrecito! eres mala!!!!!

javi dijo...

¿Ese telefono que pones es el que te dio Gustavo de verdad? Nada recomendable (y aun no siendolo es un numero de telefono valido, ojo.)

En todo caso, siempre puedes recuperar el tiempo perdido y llamarle ahora. ¿A que esperas?

Goethita dijo...

Ops, ¡he puesto el número a voleo! ¡Y me sale uno que existe! Ni me he dado cuenta. Jo, qué desastre. Estoy a por uvas.

Goethita dijo...

También he cambiado el nombre del chaval porque..porque... ¡MIRAD! ¡UN MONO DE TRES CABEZAS! (¡Mierda! esto me pasa por escribir las entradas medio dormida. Qué mal)

Goethita dijo...

Et tu, Niki? ¡Creía que me ibas a decir que había hecho lo único que se podía hacer en ese caso! ¡lo has entendido MAL! ¡Lo hice por él! (Por cierto, he recordado la historia por tu entrada de romántico o no romántico)

Javi, sí, claro, claro... Ahora mismo llamo a Gunter, a GUNTER. ¿Quién es ese tal Gustavo? (jijijiji ¡soy lo peor!)

javi dijo...

Lo del mono de tres cabezas te retrata como una frikaza de tomo y lomo, que lo sepas... (si, que yo lo haya pillado también me delata, pero yo no soy una dulce jovencita en edad de merecer.)

Goethita dijo...

¿Dulce jovencita? ¿Dónde? ¿DÓNDE?

¿Edad de merecer? ¿Y qué es lo que merezco EXACTAMENTE?

Efe dijo...

Vamos a ver, se os va la pinza, lo importante aquí es cómo consiguió Menganito el teléfono de Goe y por qué Goe no empezó a matar coleguis pasadores-de-teléfonos hasta que se quedó sola.

No entendéis nada, así os va.

Efe dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Goethita dijo...

Efe, no me queda más remedio que darte la razón. En realidad, después de la nota mental iba a poner:

Nota mental 2: Investigar quién le ha dado mi número a Menganito

Nota mental 3: Matar a todos los implicados.

Luego se me olvidó,claro.